martes, 16 de junio de 2015

CORRER EN VERANO

Como sabéis, estamos, aunque no lo parezca, en la última semana de la primavera, por lo que el verano está a punto de comenzar. El calor y las altas temperaturas hacen que no entrenemos igual que durante el resto del año, pero no por ello vamos a dejar de correr. Lo que si está claro es que tenemos que tomar ciertas medidas con el fin de que no corra peligro nuestra salud.

A continuación os transcribo un artículo de la Revista Corricolari que nos da una serie de consejos para que, correr en verano, sea tan gratificante como hacerlo en otras épocas del año.

Uno de los problemas fundamentales es el de la deshidratación. Debemos de tener en cuenta que los consejos que se proponen toman especial relevancia si la temperatura ambiental es elevada. La deshidratación aunque sea leve, va a suponer una bajada de nuestro rendimiento, pero los problemas producidos por el calor pueden ser mucho mayores y van, desde calambres, cuyos síntomas serán espasmos musculares, fatiga y transpiración intensa, el agotamiento por calor, con el que sentiremos gran debilidad, dolor de cabeza, mareos, náuseas, transpiración profusa, aceleración del pulso y, a veces,  inconsciencia, y por último el golpe de calor que será el más grave en el cual se produce un fallo en el mecanismo de transpiración, extrema debilidad, piel seca y caliente, confusión, temperatura corporal demasiado elevada, náuseas y en casos extremos la muerte.

La aclimatación
 
Parece que en los últimos años estamos pasando del frío invernal al calor intenso veraniego de golpe, desapareciendo el periodo primaveral que nos permitía adaptarnos progresivamente al calor. Sería por tanto conveniente que realizáramos una adaptación progresiva de nuestro entrenamiento en los primeros días del cambio disminuyendo la intensidad y su duración, aumentándolo progresivamente en aproximadamente 8 días con el fin de aclimatarnos al cambio de temperatura. La aclimatación tendrá un efecto positivo sobre los diferentes sistemas del organismo como, por ejemplo, la circulación con una disminución de la frecuencia cardiaca, disminución del flujo sanguíneo dérmico, aumento del flujo sanguíneo muscular y una adecuada presión sanguínea, también afectará a la transpiración con un aumento de la producción de sudor y aumento de la evaporación de éste, y una disminución de la pérdida de sales. El sistema nervioso central se torna más resistente a mareos, náuseas y malestar.
 
Unos cuantos consejos
 
Pasaremos a enumerar una serie de consejos prácticos que esperamos que os sean útiles para soportar los rigores del verano. 

Aclimatación progresiva, reducción o incluso suspensión de los entrenamientos intensos o los de gran duración, volviendo a la normalidad del programa al cabo de unos 8 días.
• Máxima cuidado con la hidratación, no descuidéis la ingesta de líquido, sobre todo de agua, inmediatamente antes, durante y después del entrenamiento o competición. Si tenéis que realizar un entrenamiento de series, no dudéis en beber después del calentamiento, e incluso entre serie y serie, mejor hacerlo muchas veces que llenar el estómago bebiendo una sola vez. Si realizáis carrera continua, procurad beber también frecuentemente siempre que dispongáis de fuentes, si la necesidad de líquido fuese grande y no dispusiéseis de sitios para beber en vuestros lugares habituales de entrenamiento, existe una riñonera en las que podéis llevar un par de bombonas de agua que os pueden ayudar a
solucionar vuestro problema.
Sales minerales. Aunque lo más importante es la reposición de agua no dudes en complementarla durante el día con sales minerales, bien sea mediante suplementos específicos y bebidas que las contengan, bien con abundantes zumos y frutos ricos en estas sales.
• Si el calor es intenso, no esperéis a tener sed, no os importe parar de vez en cuando a beber, hay corredores que por no parar e interrumpir su carrera pasan todo el entrenamiento sin beber, pero seguro que echar un trago incluso mejorará nuestro rendimiento en el resto del entrenamiento e incluso nos protegerá de lesiones.
Evitar las horas centrales del día para entrenar, las mejores pueden ser las primeras de la mañana ya que el ambiente estará más fresco, si no, las últimas de la tarde cuando haya caído el sol. Desde luego, si podéis, descartad las horas del mediodía.
Correr con la ropa adecuada, que sea ligera y de materiales que permitan la transpiración del sudor, ahora no tendréis problemas en encontrar ropa de tejidos transpirables que no retienen el sudor. Procura utilizar colores claros.
Elige lugares con abundante sombra, si además es un parque en el que rieguen mejor aún pues habrá mayor sensación de frescor.
• No dudes en utilizar complementos como gorras o gafas de sol.
Ojo con el sol. Puede resultar agradable correr sin camiseta, pero ojo, la excesiva exposición al sol puede llegar a ser perjudicial para tu piel.
El pulsómetro. Si utilizas pulsómetro en tus entrenamientos, observarás probablemente que tus pulsaciones aumentan ligeramente con relación a tus ritmos normales de entrenamiento. No te preocupes, te irás adaptando y en todo caso disminuye al principio tus ritmos hasta que te adaptes.
Bueno, ya sabéis lo que tenemos que hacer a partir de la semana que viene, en la que, parece ser, que las temperaturas empezarán a hacer honor a la estación que vamos a estrenar.
Por otro lado, desear mucha suerte a los lanchacabreros que el día 20 van a tomar parte en algunas de las carreras programadas para ese día: Hoyos del Espino, Navalmoral, Serradilla...
¿ Veis cómo se hidrata Pamela ?. Seguid el ejemplo.

Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.

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